SL 2 Caldera de Los Marteles – Barranco de Los Cernícalos – La Vegas – Valsequillo
Punto de Inicio: Caldera de Los Marteles
Altitud: 1528 m
Orientación de la ruta: SE-NE-N
Punto de Llegada: Valsequillo
Altitud: 580
Longitud Total: 11500 m
Tiempo de Recorrido: 5h. 20′
Desnivel máximo: 1057 m
Dificultad: Media-alta
La ruta transcurre por una de las zonas de mayor valor natural de la Reserva Natural Especial de Los Marteles. El Barranco de los Cernícalos tiene cauce de agua permanente, con saltos de agua, una gran biodiversidad y una elevada presencia de endemismos vegetales.
La ruta comienza en la carretera GC-130, en el punto: P0 Inicio Caldera de los Marteles. Desde aquí caminamos en dirección E por una pista forestal que nos adentra en un pinar canario (Pinus canariensis) de repoblación asentado en este ambiente húmedo de cumbre, sobre depósitos freatomagmáticos del Ciclo Reciente.
Al abandonar el pinar, pasamos a una zona de basaltos del cuartenario ocupada con pastizales y cultivos en estado de abandono mayoritariamente, colonizados por comunidades de retamar de cumbre y retamar-codesar, con retama amarilla (Teline microphylla), tomillo (Micromeria benthamii) y codeso (Adenocarpus foliolosus).
Continuamos 510 metros para encontrarnos a la derecha de la pista el comienzo de un sendero, punto: P1 Sendero Barranco de los Cernícalos, en dirección SO. Aquí se empieza a ver un endemismo exclusivo de la Reserva, el Cardo de Tenteniguada (Onopordum carduelinum).
Descendemos por el margen izquierdo del barranco para, a unos 330 metros, encontrarnos en el punto: P2 Alpendre-cueva, que nos recuerda que estamos en un territorio de vocación ganadera.
Pasamos al lado derecho del barranco para, en unos 820 metros, llegar a una pista de tierra: P3 pista en Cueva Blanca. Cueva Blanca es una zona de pequeñas parcelas de cultivo, con manifestaciones trogloditas de cuevas y alpendres en el margen izquierdo del barranco.
La vegetación termófila corresponde a un ambiente húmedo, con la principal comunidad de acebuches de Gran Canaria (Olea europea cerasiformis).
El barranco se hace angosto con perfiles en “V”, mostrando meandros encajados en brechas volcánicas y saltos de agua.
Proseguimos 1080 metros por la pista de tierra de la derecha del cauce del barranco, para llegar a un sendero. Llegamos al punto: P4 Bosque de saos y acebuches. Aquí observamos la mejor concentración de sauces canarios o saos (Salix canariensis) de Gran Canaria, un bosque húmedo de galería gracias al cauce permanente de agua. Por las laderas, los saos dejan paso a los acebuches, junto a los cuales en el estrato subarbóreo llama la atención la presencia de ejemplares aislados de peralillo (Maytenus canariensis), endemismo canario y orobal (Withania aristata). El cortejo florístico lo protagoniza la retama blanca (Retama rhodorhizoides), mientras que en el estrato herbáceo aparecen dos endemismos canarios como el bicácaro (Canarina canariensis) y la tacarontilla (Dracunculus canariensis).
Aquí es abundante el cernícalo, entre otras aves, justificando el nombre del barranco.
A unos 340 m del punto P4 cruzamos el barranco y nos mantenemos por el lado izquierdo. Nuevamente la vocación ganadera es patente con un conjunto de cuevas alpendre en uso.
Tras cruzar al margen derecho del barranco, continuamos hasta cruzarlo por última vez, estamos ya a 1260 metros del P4, para abandonar el cauce por el margen izquierdo, en el punto: P5 Salida del cauce del barranco.
Estamos en una zona de lavas de fonolitas haüynicas que contrastan con una brecha del Roque Nublo; iniciamos la ascensión, entre la vegetación rupícola húmeda, como algunos bejeques (Aeonium percarneum), la cruzadilla (Hypericum reflexum), la hierba de risco o matorrisco (Lavandula minutolii), y el granadillo (Hypericum canariense), todos ellos endemismos canarios.
En el punto P6 Ruta de la galería a unos 360 m del punto P5 nos encontramos la entrada a la derecha de un tramo alternativo que nos lleva al punto: P7 Galería de los Guinderos
Aquí encontramos una galería de agua que aporta agua al cauce del barranco, este punto se encuentra a unos 260 m, dirección SE. Una vez hemos vuelto al punto P6, el camino prosigue bajo unos espectaculares riscos.
Seguimos 900 m en dirección NE, con vistas del barranco que se abren hasta el mar, mientras arribamos el punto: P8 Pista forestal. Nos mantenemos en el camino por la zona conocida como el Lomo de Castillo, donde vemos una formación geológica de brecha del Ciclo Roque Nublo. Avanzamos hasta dar a la vertiente N del Lomo de Castillo, para observar todo el municipio de Valsequillo. El descenso por la pista nos lleva a una zona de frutales, donde es abundante el almendrero (Prunus amygdalus), y especies autóctonas como la cañaheja (Ferula linkii), o el escobón (Chamaecytisus proliferus).
Enlazamos con una pista asfaltada que nos lleva, tras recorrer 3 km desde el P8, al punto: P9 Hacienda de los Mocanes. Ejemplo de arquitectura rural, esta finca de Las Haciendas del Marqués del Buen Suceso ya existía en 1851. Desde aquí seguimos por la carretera asfaltada pasando por la zona de los Mocanes.
Llegamos, tras recorrer 1170 m, al punto: P10 barrio de Las Vegas.
Aquí iniciamos una bajada de 230 metros, pasamos el colegio de de las Vegas, y tras recorrer 180 metros más entre las casas y los cultivos llegamos al P11 Inicio del sendero.
Tras atravesar uno 240 metros, entre cultivos por un antiguo camino rural, entre edificaciones de valor etnográfico, encajadas entre los espacios de cultivo, llegamos al punto P12, Llanos de Cubas. Aquí no es difícil encontramos especies endémicas de la isla, como el lagarto canarión o de la lisa de Gran Canaria que cuenta con dos subespecies, y con aves con el mosquitero canario (Phylloscopus collybita canariensis), exclusivo de las islas o el herrerillo (Parus caeruleus teneriffae).
Emprendemos la bajada hacia el cauce del barranco, por unos 360 metros
Alcanzado el barranco de San Miguel nos encontramos en su margen norte el punto: P13 Molino de los Vizcaínos, que nos muestra como han variado los usos productivos, una vez que su uso para la molienda del cereal ha desaparecido.
En este punto podemos escoger entre la vía más rápida para alcanzar el casco de Valsequillo, con una empinada subida de unos 410 m. hasta la calle La Silla. Con esta opción disfrutaremos de magnificas vista sobre el tramo superior del barranco.
Si deseamos dedicar más tiempo a conocer el barranco nos dirigimos al E por unos 440 metros.
La vegetación refleja ahora la humedad del ambiente, y alternan varias especies como el tajinaste blanco (Echium decaisnei), el tajinaste azul (Echium callithyrsum) endémicas de Gran Canaria, la venenilla (Bryonia verrucosa), la flor de mayo (Pericallis webbii), los verodes (Kleinia nerifolia), la tabaiba (Euphorbia regis-jubae) y la vinagrera (Rumex lunaria), endémicas de Canarias.
En el cauce del barranco nos encontramos un muro de piedra construido para retener el agua que baja por el cauce y provocar la infiltración para mejorar el nivel freático, punto: P14 Albarrada.
El camino sube la ladera del barranco de San Miguel, por unos 310 metros con múltiples curvas hasta pasar a la izquierda de un gran estanque.
Aquí abundan las especies rupícolas con especies endémicas de Canarias como la lavanda (Lavandula canariensis), la salvia canaria (Salvia canariensis), el mato de risco (Allagopappus dichotomus) y el bejeque (Aeonium percarneum), acompañadas por otras especies como escobones, retamas o verodes.
Subimos en dirección N hasta llegar al núcleo de Chinchemy donde recorrimos 130 metros en asfalto hasta la carretera, frente al calvario. Aquí cogemos a la izquierda, por la misma carretera, y 300 metros más nos llevan a la plaza de San Miguel, punto P15, el centro de Valsequillo y fin de la ruta.